Son deliciosos y muy fáciles de hacer una vez que los dominas. A menudo los preparamos como guarnición junto con pollo asado y ensalada.
INGREDIENTES:
1 taza de polenta instantánea (normalmente la puedes encontrar en la sección internacional)
4 tazas de caldo de huesos o agua
Un puñado de queso parmesano rallado muy fino
Opcional: tomillo/romero picado
MÉTODO:
1. Use una cacerola grande y hierva el caldo/agua.
2. Agregue hierbas en este punto si las usa.
3. Una vez que hierva a fuego lento, baje el fuego a BAJA. (Esto es importante para que la polenta no te escupe).
4. Mientras bate continuamente con una mano, vierta lentamente la polenta con la otra para asegurarse de que no queden grumos.
5. Sigue batiendo hasta que la polenta empiece a espesarse. Esto suele tardar entre 2 y 3 minutos. Sabrás que está lo suficientemente espeso si se pega al batidor.
6. Agrega el queso y bate.
7. Prepara una fuente para horno forrada con papel de horno o me gusta usar uno de nuestros manteles individuales de silicona reutilizables. La bandeja del horno tendrá aproximadamente 32 x 34 cm.
8. Vierta la mezcla de polenta en la bandeja para horno preparada y alise con una espátula.
9. Colóquelo en el refrigerador para que cuaje durante aproximadamente 2 horas o hasta que esté firme al tacto.
10. Precalentar el horno a 220 C
11. Una vez que la polenta esté cuajada, córtela en trozos de unos 2 cm de ancho. (Si utiliza nuestros manteles individuales, no los corte directamente).
12. Rocíe con aceite y sazone con sal y pimienta.
13. Coloque en el horno durante unos 50 minutos o hasta que se dore ligeramente. Voltee las patatas una vez que hayan estado dentro durante 30 minutos.
14. Disfrútalo con alioli o salsa de yogur.